lunes, 23 de febrero de 2009

Roma, la ciudad de la Dolce Vita.


Energie/Estilo de vida.
Puesto que a la gran mayoría de nosotros nos gusta viajar, me he decidido ha hacer una mini guia de viaje de la "ciudad eterna".

Roma, como ciudad cargada de historia que es, los monumentos y puntos de interés son muchísimos. De entrada cualquier visitante de ésta magnífica ciudad no se puede perder el Coliseo, icono de la ciudad y el anfiteatro más grande jamás construido por el Imperio Romano (79 d.c.) Es realmente espectacular y su grado de conservación es muy bueno. También se debe visitar el foro, que está al lado, el circo y el edificio de Vittorio Emmanuele II, todos ellos muy cerca los unos de los otros. También merece una visita el Panteón en la Piazza de la Rotonda, la Piazza del Campidoglio, con el ayuntamiento al fondo y el museo capitalino a ambos lados, recordar que al lado del ayuntamiento se encuentra la estatua de la loba capitolina, amamantando a Rómulo y Remo, fundadores de Roma.
El coliseo.
La capital italiana goza del privilegio de ser la ciudad del mundo en la que más iglesias y plazas hay. (Las guías dicen que viendo 2 iglesias por día, se tardaría un año en verlas todas). Por tanto lo mejor es calzarse un calzado cómodo y perderse por las calles, dónde se encuentran rincones idílicos. Yo siempre recomiendo a quien va de viaje allí, es que se deje perder, disfrutando de todo lo que se puede ver. Pero obviamente hay unas cuantas plazas de visita obligada como son la Piazza Navona (antiguo circo del emperador Domiciano finales del s.I) de ahí su forma, la Piazza de la Fontana di Trevi (nombre que viene dado porque en aquella plaza se unían 3 vias), la Piazza di Spagna un sitio impresionante, con escalinata incluida, que si os atrevéis a subir, veréis una de las mejores vistas de Roma, junto con la de la cúpula de la iglesia de San Pedro del Vaticano, la Piazza Campi di Fiore, un lugar colorista, ya que durante el dia es un mercado al aire libre, rodeado de tiendas de comestibles y bares con terrazas en la plaza, y por la noche se transforma en un lugar de reunión para hacer botellón la gente joven, y por último la Piazza di'l Poppolo, en la que hay dos iglesias gemelas. Arriba, Fontana di Trevi, abajo, Piazza Navona.
Tal y cómo comentaba con las plazas, en cuanto a las iglesias tampoco podemos dejar de ver la iglesia de Santa María in Cosmedin, al lado del Circo, que es donde está la "Boca de la veritá" (que según cuenta la leyenda, en la edad media, las mujeres adúlteras, se sabía si lo habían sido, si el medallón cerraba la boca. Hoy es un sitio turístico y se merece una foto con la mano en la boca) y ésta iglesia también es curiosa aparte de su diseño, porque es escenario de una de las obras de la escritora Matilde Asensi, "El último Catón". La boca della Veritá.
Otras iglesias interesantes son Santa María del Ara Caeli, que está entre el edificio de Vittorio Emmanuelle y el Campidoglio. Y la iglesia de San Pietro in Vincoli, que en su interior esta la escultura del Moisés de Miguel Ángel y las que se supone son las cadenas de San Pedro. Piazza de San Pedro.
También os recomiendo como es obvio San Pedro del Vaticano, una gran iglesia, repleta de detalles, que cuenta con el baldaquino de Bernini, o la estatua de "la Pietá" de Miguel Angel. No puedo olvidarme de otro museo importante, como son los museos Vaticanos con la capilla sixtina.Volviendo del Vaticano, se puede visitar Castel Sant'Angelo, de la que dicen los romanos, tiene las mejores vistas de la ciudad y del rio Tíber.

Pero para visitar la ciudad en condiciones, se debe de planear bien el viaje, por tanto está bien hablar un poco del alojamiento, el transporte, etc... De entrada, comentar, que hay muchos hoteles en Roma, pero el nivel en cuanto a estrellas se refiere, no tiene porque corresponderse necesariamente con el de España.Por ésa razón yo cuando fui, elegimos un hotel de 4 ****, (Hotel La Griffe, Via nazionale, 13). Es un hotel impresionante, con una decoración de diseño (allí aunque sea un 5* suelen ser más bien clásicos), y un trato personal excelente. Nos salió muy bien de precio ya que lo cogimos a través de http://www.booking.com/.En ésa zona estan los mejores hoteles de Roma, desde Piazza de la Repubblica, bajando por Via Nazionale. Pero la oferta hotelera romana, como dije es amplia y para todos los bolsillos, así que no hay más que buscar para encontrar el alojamiento que mejor se adapte a nuestro bolsillo.
En cuanto al transporte, en Roma sólo hay 2 lineas de metro, pocas para ser una ciudad de 3 millones de personas, pero el problema, es que cada vez que se escarba un poco, salen un montón de pedruscos, y se deben de parar las obras y hacer el correspondiente estudio arqueológico. Por éso, sorprende la gran profundidad que se debe de bajar para llegar a los andenes. Por tanto no es la solución más completa.
En cambio, el transporte en autobús es muy completo y con una gran freqüencia. Aprovecho para desaconsejar el taxi a los que sufran problemas cardiacos. Ya que los conductores romanos son imprudentes y van muy rápido. Como ejemplo diré que en las guias, aconsejan que al cruzar por un paso de peatones, pese a estar en verde, se mire antes a ambos lados.Por extensión también desaconsejo el alquiler de un coche o de una vespa, que pese a ser una bonita imagen de Roma, también puede ser una arma mortal. Lo más recomendable es caminar. (Para ir a la Ciudad del Vaticano, que está en el extremo noroeste de la ciudad se llega en linea roja de metro, que se puede coger en Piazza di la República o en Piazza di Spagna. Para ir a barrios más alejados, como puede ser el Trastévere, que viene a ser el barrio de moda de Roma, lo mejor es coger el autobús. Es poco recomendable ir por la noche, aunque parte de la oferta de ocio nocturno se concentra allí.)
Se puede comprar el Roma Pass, que es una tarjeta en el que puedes entrar a dos monumentos
gratis, descuento en el resto, y transporte público gratis durante los dias de validez de la tarjeta (Hay de un, tres y una semana)

En cuanto a la comida, Italia es conocida por su pasta, sus pizzas y sus helados, que los podréis encontrar en casi cualquier sitio. Y es que hay miles de pizzerias al corte, en las que eliges la que quieres y te puedes ir y comértela por la calle o bien sentarte en el mismo local. Esa será siempre la opción más barata. (Un buen trozo puede salir entre 3-5€). Pero si realmente queremos degustar todo lo que la cocina italiana nos ofrece, no hay más que ir a una "trattoria". Las hay de las más clásicas con sus mantel a cuadros incluído a las más modernas, el precio por persona puede variar según el sitio y lo que pidamos pero el precio medio puede andar por unos 20-25€.
En cuanto a los helados, hay poco que decir. Sólo os recomiendo que visitéis una heladeria italiana para daros cuenta. En si son espectaculares y los helados son impresionantes.
Otra cosa a tener en cuenta es el café. Da igual como: expresso, macchiato, café latte o el conocido capuccino; siempre será una buena opción para hacer un alto en el camino durante el dia, o al acabar una buena comida. Aunque los italianos, no consideran bien acababa una comida sin un expresso (no suelen tomar capuccinos ni mezclar el café con la leche después de comer).
Os recomiendo la conocida como la mejor cafeteria de italia, "La tazza di oro", que está en la Piazza de la rotonda justo enfrente de el Panteón. (Edificio de visita obligada). Un expresso sale por 0.70€ y un macchiato (cortado) por 0.80€. Además alli se puede comprar café recién tostado y molido. Un buena experiencia para los que les gusta el café.
Y no hay mejor manera que acabar una buena cena, que saliendo un rato por Roma. Las opciones como en cualquier gran ciudad son casi ilimitadas. Así que os recomedaré el local más de moda, el "Supperclub" en Via de Nari, 15. Muy cerca de Via del Corso. En cuanto a zonas, el trastévere, se está transformando en un punto de fiesta nocturna importante con opciones para todos los gustos, desde locales con jazz en vivo hasta salas con el mejor House. Si se quiere empezar la fiesta haciendo un poco de botellón, nada mejor que irse a Piazza di Campi di Fiore, donde los más jóvenes se reúnen para beber un rato.

Si lo que quieres es ir de compras, hay donde elegir. Si lo que se busca son souvenirs, los podéis encontrar cerca de cualquier monumento turístico. Recomiendo mirar en diferentes sitios, porque podéis encontrar lo mismo con precios que suelen variar bastante. En cuanto a la comida, os recomiendo llevar lo típico, pasta, café, chocolate (los bombones Baci, son el bombón nacional), y por supuesto los licores. Un buen vino de la Toscana o Siciliano siempre es una buena opción, junto con el conocido Limoncello o el licor de chocolate (originarios del sur y norte de Italia respectivamente).
Si lo que buscamos es llenar la maleta de ropa, calzado y complementos, hay miles de opciones. Las grandes firmas las encontraremos en los alrrededores de Piazza di Spagna, las firmas medias, en la zona de Via del Corso Vittorio Emmanuelle, y el calzado en Via Nazionale. Aunque si lo que se busca es algo diferente no hay más que perderse por la ciudad y buscar las pequeñas tiendas de moda alternativa o de nuevos diseñadores.
Aquí acaba éste pequeño repaso a la ciudad de Roma. Espero que os haya gustado y que sirva de algo para futuros viajeros. Si tenéis algún comentario o duda, ya sabéis, a escribir...
Un saludo!!!

viernes, 13 de febrero de 2009

Hockney

Roberto_cm/ Ocio y cultura.
David Hockney es un pintor inglés. Su apellido ha dado nombre a una tonalidad de colores que recientemente pudieron verse en las pasarelas. Concretamente el azul Hockney es un azul empleado por él en una serie de cuadros que hizo sobre piscinas de Los Ángeles, terrazas de chalets de Beverly Hills y Hollywood durante los años 60 y 70, y donde intentó reflejar la intensidad de las aguas de las piscinas, un azul vibrante y artificial, casi de plástico, en contraste con el azul espontáneo e impuro del mar.

A Large Diver (Paper Pool 27), 1978



A Bigger Splash, 1967


Portrait of an Artist (Pool with Two Figures), 1971



Peter getting Out of Nick's Pool, 1966


Nick Wilder, 1966


Picture of a Hollywood Swimming Pool, 1964


Pese a que no aparece en él piscina alguna, una de las obras más curiosas de Hockney, actualmente en la galería Tate de Londres (siendo uno de los cuadros más contemplados), es el retrato del señor y la señora Clark y el gato Percy. En él aparecen Ossie Clark, diseñador de moda, y su, por aquel entonces esposa, Celia Birtwell, diseñadora textil. Clark y Birtwell formaron una de las parejas más interesantes de la industria de la moda inglesa durante los años 60 y parte de los 70. Diseñaron ropa para los Beatles, Jimmy Hendrix, Twiggy, Marianne Faithful, y la aristocracia inglesa.

La mítica modelo Twiggy luciendo un diseño de Ossie Clark

Algunos diseños de Ossie Clark


Algunos diseños de Celia Birtwell


Foto de Vogue UK de Penelope Tree, una de las modelos favoritas de Clark


Curiosa hoja de costes y detalles de un diseño de Clark


El mismo Clark posando con la modelo Chrissy Shrimpton (novia de Mick Jagger). El conjunto, que mezcla patrones produciendo un curioso efecto visual, es, como no, del propio Clark






Pero echemos un vistazo al cuadro de Hockney:
En el cuadro, la pareja mantiene cierta distancia entre ellos. Ella de pie, él sentado, con un gato blanco en su regazo, que, ajeno al momento, mira al exterior de un balcón en el que se divisan los árboles de un jardín de Notting Hill iluminado por un intenso sol. Junto a él, un teléfono y una lámpara, y junto a ella, un inquietante libro amarillo sin título que rompe completamente con el esquema de colores del cuadro, y también un jarrón con lirios, flor comúnmente asociada a la pureza femenina en los cuadros sobre la Anunciación (de hecho ella estaba embarazada en el momento del retrato). El cuadro que aparece junto a ella es del propio Hockney, su interpretación de "A Rake's Progress" de W. Hogarth.

Él está fumando con una pose aparentemente relajada, distendida, incluso va descalzo sobre la alfombra, pese a que su mirada está tensa y centrada en el espectador, a quien contempla fijamente incluso con cierta desconfianza o recelo. Ella tiene uno de sus brazos apoyado sobre su cadera, su pose resulta quizá menos natural y más forzada, pese a que su expresión facial es más tranquila, incluso se adivina una leve y misteriosa sonrisa, algo cansada o quizá melancólica. Nada en ellos nos hace pensar que sean pareja, más bien al contrario, sólo encontramos diferencias entre ellos, ninguna complicidad (de pie/sentado, pose forzada/pose demasiado cómoda, incluso los objetos despiertan sensaciones encontradas), es una especie de matrimonio anti-Arnolfini, ni siquiera se miran o se tocan, de hecho están en posición opuesta al famoso cuadro. El gato representa la infidelidad y la envidia, contrariamente al perro de los Arnolfini, que representaba la fidelidad.




La enigmática mirada de Ossie Clark

De hecho el matrimonio de los Clark apenas duró cinco años, acabó poco tiempo después de terminar el cuadro, según rumores, debido a la bisexualidad de Clark. El cuadro oculta una trágica historia: después del divorcio, Clark se volvió drogadicto, se enamoró de un artista que pronto murió de SIDA, perdió el rumbo de su vida y su brillante carrera, y se declaró en bancarrota a principios de los 80. Sus diseños románticos y llenos de color ya no interesaban, era el momento del punk y el rock, el momento de Vivienne Westwood. Quince años después consiguió reconducir su vida, hasta que se enamoró perdidamente de un joven italiano, que acabó asesinándole salvajemente un año después.

Celia Birtwell mirando al espectador

La historia de Celia tuvo quizá mejor final, al menos en el terreno laboral: después del divorcio, emprendió su carrera en solitario con notable éxito. Diseñó la colección de primavera/verano 2006 para la famosa cadena inglesa Topshop, y todas las prendas se vendieron de manera espectacular a los pocos minutos de abrir las tiendas.

Colección de Britwell para Topshop

Como curiosidad, el gato que aparece representado en el cuadro de Hockney no se llamaba Percy, era una gata llamada Blanche, pero Hockney pensó que el título quedaría mejor con el nombre Percy en él.

En cuanto a la repercusión del azul Hockney en pasarela (ahora quizá destronado por el azul Klein, en relación a Yves Klein, pintor dadaísta), quizá el ejemplo más representativo y cercano sea el de la colección de Antonio Miró mostrada en Gaudí en 2005, donde la mayoría de modelos desfilaron con unas gafas muy parecidas a las gafas de bucear, y la pasarela simulaba ser el borde de una de esas piscinas americanas que tanto encandilaron al pintor.


Colección de Antonio Miró para Gaudí

Las prendas de Miró recogen muy bien el espíritu de Hockney, porque, ¿quién puede presumir de que su apellido da nombre a un color?

La actividad de Hockney no se centra únicamente en la pintura. También es grabador, escenógrafo, fotógrafo, diseñador… Algunas de sus obras reflejan cierto contenido homoerótico, la mayoría de los casos encubiertas por un sutil y misterioso velo sensual.

Actualmente, a sus 72 años de edad, David Hockney colabora con la revista política Standspoint.